La CEV estima que las consecuencias del Brexit van a ser negativas para ambas zonas porque los costes estimados superarán los beneficios esperados

Las consecuencias del Brexit van a ser negativas para ambas zonas, pero especialmente para la economía británica, sus empresas y sus familias, porque los costes estimados superarán los beneficios esperados.

Además de la incertidumbre y las turbulencias que está generando la salida sobre los mercados en la actualidad, el Brexit tendrá claras consecuencias negativas a medio y largo plazo sobre la Libra, el Euro, las inversiones, el comercio y, con ello, sobre sus perspectivas de crecimiento real y el empleo a ambos lados del Canal de la Mancha.

Para calibrar la importancia del comercio exterior, cabe recordar que el 44 % de las exportaciones del Reino Unido tienen como destino la Unión Europea, que es su principal socio comercial; no los EE.UU.

Si el Reino Unido piensa compensar la pérdida del mercado europeo continental con el estadounidense, desde EE.UU., que está negociado precisamente el TTIP con la UE, se ha asegurado que no concederán un trato preferencial al Reino Unido a la hora de negociar un futuro acuerdo comercial bilateral. La Unión Europea tampoco debería conceder ningún trato comercial a un Reino Unido fuera de la Unión.

La devaluación de la Libra Esterlina y el repunte paralelo en sus niveles de inflación restará renta disponible y poder adquisitivo de los británicos. Esto, a su vez, tendrá adversos efectos de segunda ronda sobre toda la economía real. Por su parte, la calificación crediticia en los mercados también se verá perjudicada.

Por nuestra parte, para España y, sobre todo, para la Comunitat Valenciana, las consecuencias del Brexit son incluso más negativas que para el resto de la Unión Europea, debido a los fuertes lazos comerciales y los miles de residentes y veraneantes británicos que mantienen nuestro enclave económico como destino preferente o permanente. De hecho, la prima de riesgo del Reino de España se puede ver perjudicada.

Una muestra de la importancia económica que tiene el Reino Unido para España es que las inversiones españolas en el Reino Unido prácticamente duplican a las británicas en España. Empresas fuertemente implantadas -como Banco Santander, Sabadell, Ferrovial, Telefónica e Iberdrola-, al margen de las sobre-reacciones del primer día, a la larga, verán reducirse sus niveles de cotización.

Descendiendo a la Comunitat Valenciana, con datos cerrados de 2015, el 10,3 % de las exportaciones valencianas tienen como destino el Reino Unido –cerca de 3.000 millones de euros-, mientras que sólo el 5,7 de nuestras importaciones son originarias del Reino Unido -1.367 millones de euros-. Nuestra balanza comercial, que ahora es positiva en 1.585 millones de euros, lo sería en menor cuantía o, aunque con muy poca probabilidad, podría dejar de serlo.

Los sectores más afectados por la pérdida del comercio con el Reino Unido serán: “automóviles” (el 48,1 % del total de las exportaciones de nuestra Comunitat van al Reino Unido), “equipos y componentes” (14,0 %), “cítricos” (6,3 %), “pavimentos” (5,2 %) y “calzado” (4,6 %). Como vemos, un porcentaje importante de nuestras exportaciones al Reino Unido son de alto valor añadido. La provincia de Valencia será la más afectada por la pérdida de exportaciones hacia el Reino Unido.

En cuanto a importaciones, los principales sectores afectados serán: “automóviles” (50,7 % del total de las importaciones realizadas por nuestra Comunitat son de origen británico) y “equipos y componentes” (24,5 %).

No obstante, conviene recordar que nuestra balanza comercial es superavitaria; en 2015 arrojó una tasa de cobertura del 216 %.

En cuanto a la importancia para el sector turístico, a nivel nacional, nuestro principal cliente es el turista británico, que supone la quinta parte del total de turistas que visitaron nuestro país en 2015, con un gasto total de 14.057 millones de euros. Además, es el turismo que mayor tasa de crecimiento mostró durante dicho ejercicio; un 10,3 %.

Según los últimos datos disponibles, el 10,5 % de los británicos que eligieron alojamientos turísticos en España lo hicieron en nuestra Comunitat. A su vez, esta ocupación de alojamiento turístico por parte de los británicos supone el 31,5 % del total alojamiento hotelero en nuestra Comunitat, e incluso el 52,2 % del total alojamiento en apartamentos en nuestra Comunitat.

No menos importante es la repercusión que puede tener sobre los residentes británicos en España y en nuestra región. Los residentes británicos que perciben sus rentas en Libras verán menguado su poder adquisitivo, y la prestación sanitaria dejará de ser gratuita para ellos. A fecha de cierre de 2015, estaban registrados 286.012 residentes británicos en nuestro país; lo que supone el 9,95 % del total de extranjeros en régimen de libre circulación de la UE en el conjunto de España. En nuestra Comunitat, estaban registrado 79.365 británicos, e.d. el 27,7 % del total de España y el 18,11 % del total de extranjeros en nuestra Comunitat. El 88,5 % de estos británicos residen en la provincia de Alicante, que será la provincia más afectada por la más que posible bajada en turismo y residencia. No serán pocos los británicos que vendan sus propiedades y vuelvan a su país de origen.

Sin embargo, las pérdidas que ocasionaría el Brexit no sólo son económicas. Más allá de su repercusión comercial y turística, la salida de una de las primeras potencias de la Unión Europea abre por parte de los euro escépticos –que los hay en todos los Estados miembro- un nuevo debate en torno a Europa y sus políticas de armonización e integración; sobre todo en la República Checa y en Dinamarca, aunque también en las alas ultra-derechistas de todos los países de la Unión (Holanda, Luxemburgo, Alemania, …)

Finalmente, en un entorno más global y geopolítico, la salida del Reino Unido va a perturbar el frágil equilibrio de fuerzas entre las partes del escenario político mundial. Y ahí, tanto la Unión Europea como el propio Reino Unido vamos a perder.