Informe de Coyuntura y Perspectivas Económicas de 1er semestre de 2019

La economía valenciana presentó durante el primer semestre de 2019 unos registros que convergieron en avances agregados positivos, pero que consolidan la desaceleración tanto en los niveles de actividad como en el empleo. Las tasas de crecimiento trimestral fueron inferiores a las registradas en los últimos años; similares a las del conjunto de España -en el entorno del 0,5 %-, pero superiores a las de la zona euro.

Por el lado de la demanda, el consumo de los hogares mantuvo cierto vigor, pero las inversiones desaceleraron notablemente el dinamismo mostrado en trimestres anteriores. En el ámbito público destacaron la generación de empleo y la licitación oficial en edificación. Dentro de la demanda externa, los ingresos procedentes del turismo extranjero avanzaron por encima de la media nacional y las exportaciones, pese a subir también por encima la media nacional, atenuaron su ritmo de crecimiento.

Por el lado de la oferta, la evolución de los sectores y las ramas que lo componen no es homogénea. Dentro del sector primario, la agricultura y la ganadería siguen sin ver resueltos sus problemas estructurales, y las pérdidas son el denominador común en la mayoría de los cultivos y cabañas ganaderas. La industria muestra un comportamiento de clara ralentización y avanza, en su conjunto, a tasas interiores a la de la economía en general. “Azulejos”, “textil y confección”, “caucho y plástico”, “cuero y calzado” y “material de transporte” ya se han situado en zona contractiva. Otras, como “material y equipo eléctrico, electrónico, informático y óptico”, “maquinaria y equipo”, “madera” o “química”, evolucionan con dinamismo, pero no logran impulsar un avance significativo de la industria manufacturera en su conjunto. La construcción continúa siendo el sector con mayor crecimiento, pero está mostrando signos de estabilización. La licitación oficial avanza en general, pero el segmento de ingeniería civil acumula una caída de dos dígitos. Los visados de obra nueva, pese crecer a dos dígitos, ralentizan su avance, y los de rehabilitación se han reducido considerablemente. La compraventa de vivienda también ha reducido su ritmo de crecimiento, tanto en vivienda nueva como en vivienda usada. Por el contrario, el macro-sector servicios acelera su avance a tasas superiores a la de la economía valenciana en su conjunto y a las del sector a nivel nacional. Salvo el comercio al por menor, el resto de las ramas muestra un comportamiento muy dinámico; incluido el sector de hostelería. Por lo que respecta al turismo, la campaña se ha desarrollado mejor de lo previsto. Tanto la llegada de turistas extranjeros como el gasto realizado por estos avanzó por encima de la media nacional. En paralelo, tanto la “tarifa media diaria” como los “ingresos por habitación disponible” en el sector hotelero registraron crecimientos positivos. Además, estos últimos crecieron por encima de la media nacional.

En la demanda externa, los efectos asociados a la escalada de las tensiones comerciales, los conflictos geoestratégicos y la ralentización de las principales economías destino de las exportaciones de la Comunitat, han drenado parte del dinamismo de nuestro sector exterior. Entre enero y junio, las exportaciones avanzaron en su conjunto un 2,7 %, pese a que la provincia de Castellón acumula una caída del 2,5 %. Las importaciones avanzaron al 4,5 %, aunque en la provincia de Castellón también cayeron un 2,9 %. Como resultado, la tasa de cobertura acumulada descendió en junio hasta 111,0 %; todavía 20,1 p.p. por encima de la media nacional. Con estos registros, la Comunitat se mantuvo en el tercer puesto del ranking nacional en exportaciones. Tras la caída de dos dígitos del año anterior, el “sector del automóvil” avanzó a tasas razonables y continúa liderando las partidas del comercio exterior valenciano. Le sigue “alimentación, bebidas y tabaco”, pero, debido a la caída en “cítricos”, con un menor avance. Las exportaciones de “productos cerámicos y similares” también han perdido fuelle.

En el ámbito laboral, el paro subió durante el segundo trimestre un 3,18 % en tasa trimestral, aunque bajó un 8,5 % en tasa anual. La EPA del segundo trimestre elevó el número de desempleados en nuestra Comunitat hasta las 348.000 personas, fijando la tasa de paro en el 14,30 %; 0,28 p.p. por encima de la media nacional. En los meses de julio y agosto el paro continuó subiendo en la Comunitat hasta las 365.062 personas.

La inflación mostró una trayectoria ascendente hasta el mes de abril (1,4 %) e inició desde entonces un drástico descenso hasta situarse en agosto en el 0,0 %; 0,3 p.p. por debajo de la media nacional. La principal razón de esta desaceleración reside en la bajada de los precios energéticos, destacando los de la electricidad.

Con respecto al futuro, los registros más recientes indican que nuestra economía, al igual que la del conjunto nacional, continuará avanzando, aunque a tasas más débiles. La ralentización será más acusada en el segundo tramo del año, con avances trimestrales inferiores al 0,5 %. Dentro de la demanda interna, su principal componente -el consumo de los hogares- seguirá moderando su avance. El entorno interno y externo adverso y la falta de expectativas lastrarán las inversiones empresariales. En paralelo, la demanda externa se verá drenada por los efectos de la tensión comercial entre EE.UU. y China, el Brexit (sea cual sea su resultado), la descarbonización de la industria automotriz, la contracción de la economía alemana, la desaceleración del comercio mundial y la ralentización de las principales economías de la UE. Otros elementos del entorno, como los bajos niveles de inflación y política monetaria superexpansiva marcada por del BCE, al menos, no serán perjudiciales para la actividad económica. Con todo, la Comunitat podría anotar en 2019 un crecimiento de su PIB en el entorno del 2,0 %; similar a la media nacional, pero a tasas superiores a las de las principales economías de la UE. El crecimiento será dispar entre los principales sectores, destacando los crecimientos en construcción y, a mayor distancia, en servicios. La industria mantendrá avances positivos, incluso superiores a los de la media nacional, pero con ritmos de crecimiento inferiores a los de la economía en su conjunto. En el sector primario, los recientes desastres causados por la gota fría, que han tenido una incidencia más acusada en la provincia de Alicante, y cuya dimensión todavía no se ha podido valorar con exactitud, empeorarán la ya de por sí crítica situación en la agricultura y la ganadería. Con todo, el escenario de crecimiento más débil, pero a tasas en el entorno del 2 %, es compatible con la generación de empleo neto y la reducción del paro, aunque a tasas más reducidas que las registradas en los últimos trimestres.

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